En el año 1900, la literatura en lengua indígena y en español en América Latina experimentaba un florecimiento único que reflejaba la riqueza cultural y la diversidad lingüística de la región. Desde los relatos tradicionales de las comunidades originarias hasta las obras de autores que exploraban las complejidades del mestizaje y la identidad, los textos literarios de esta época son testimonios poderosos de un pasado multicultural que aún resuena en la actualidad.
El resurgimiento de las narrativas indígenas
En el contexto de principios del siglo XX, donde las voces indígenas habían sido silenciadas y marginadas durante siglos, el surgimiento de textos literarios en lenguas originarias representó un acto de resistencia y afirmación cultural. Escritores como Bartolomé de las Casas y Rigoberta Menchú, entre otros, se dedicaron a recopilar y preservar las tradiciones orales de diferentes pueblos indígenas, trasladándolas a la escritura para que perduraran en el tiempo.