10 Frases que No Debes Decir a una Persona con Ansiedad: Consejos para Ser Más Comprensivo

¿Por qué es importante elegir bien nuestras palabras?

Cuando se trata de comunicarse con alguien que sufre de ansiedad, cada palabra cuenta. Imagina que estás en una fila y de repente sientes que el aire falta. Esa sensación de desasosiego es similar a lo que una persona con ansiedad puede vivir en su día a día. Por ello, es fundamental recordar que ser comprensivo y empático puede marcar la diferencia. En este artículo, te mostraré las 10 frases que es mejor evitar y, en su lugar, darte algunas alternativas que ayudarán a brindar el apoyo que tu ser querido necesita.

“No te preocupes, no es para tanto”

Esta frase minimiza los sentimientos de la otra persona. ¿Cuántas veces hemos pensado que nuestros problemas son insignificantes? Lo mismo ocurre con ellos. La ansiedad puede ser paralizante, y desestimarla no ayuda.

“Tienes que relajarte”

Darle un consejo general como este puede parecer útil, pero puede sonar más a una orden que a una solución real. ¿Alguna vez has intentado relajarte mientras te dicen que te relajes? A veces, la simple acción de presionarte para calmarte puede intensificar la ansiedad.

“Solo piensa en cosas felices”

Quisieras que fuera así de fácil, ¿verdad? Sin embargo, las personas con ansiedad pueden enfrentar pensamientos intrusivos que no pueden simplemente apagar. Este consejo puede parecer muy simplista y también puede hacer que se sientan incomprendidos.

“Todos pasamos por eso”

Quizás tú también hayas sentido ansiedad en algunas ocasiones, pero eso no significa que la experiencia del otro sea igual a la tuya. De hecho, cada uno pelea sus propias batallas, y compararlas solo puede llevar a sentimientos de aislamiento.

“¿Por qué no simplemente dejas de pensar en ello?”

Si lo supieran, no estarían lidiando con la ansiedad en primer lugar. Esta frase podría sonar similar a decirle a alguien con dolor crónico que “simplemente deje de doler”. La ansiedad no es algo que se pueda desconectar a voluntad.

“Deberías ser más agradecido”

Esto puede ser hiriente. A veces las personas que experimentan ansiedad pueden sentir que su lucha no es legitimada. Es esencial ser sensible a sus emociones y validar lo que están sintiendo.

“Esto pasará pronto”

Esta afirmación puede sonar positiva a primera vista, pero puede parecer como si estuvieras restando importancia a lo que están atravesando. Cada experiencia de ansiedad es diferente y es difícil predecir cuánto tiempo durará.

“No tienes razón para sentirte así”

Al decir esto, haces que la persona sienta que sus emociones son incorrectas. Recuerda que la valiéndose de cómo se siente no siempre depende de la lógica. Es esencial ser un apoyo, no un crítico.

“Siempre he encontrado que…” – (sigue con tu experiencia)

Puedes querer compartir tu perspectiva, pero esto puede hacer que se sientan presionados a que su experiencia coincida con la tuya. Lo mejor es escuchar y ser comprensivo con lo que están viviendo en ese momento.

“Hay personas que tienen problemas más graves”

Esta es una de las frases más dañinas. Al comparar su ansiedad con problemas más serios, estás desvalorizando su dolor. Recuerda que cada uno tiene su propio umbral de sufrimiento.

¿Qué deberías decir en su lugar?

Ahora que hemos visto lo que no deberías decir, ¿qué alternativas existen? Acompañar a alguien con ansiedad es un arte y puedes hacerlo con empatía y comprensión. Aquí tienes algunas ideas:

“Estoy aquí para ti”

Estas palabras son como un bálsamo. Hacerle saber a la persona que tienes la disposición y el deseo de ayudar puede ser muy reconfortante.

“¿Te gustaría hablar de lo que sientes?”

Brindarles la opción de abrirse a ti sin presiones puede ser un gran paso. A veces, hablar es un alivio, y estar ahí para escucharlos puede ser todo lo que necesitan.

“No estás solo/a en esto”

Hacerles saber que pueden contar contigo puede ayudarles a sentirse menos aislados. La soledad a menudo juega un papel importante en la ansiedad.

“Tok, estás haciendo lo mejor que puedes”

No hay un camino a seguir determinado para sobrellevar la ansiedad. Validar su esfuerzo puede motivar a seguir adelante.

“Está bien sentir lo que sientes”

Normalizar sus emociones ayuda a abrir el diálogo. Todos nos enfrentamos a altibajos en la vida y brindar ese espacio puede ser liberador.

Aportes adicionales para ayudar a quienes sufren ansiedad

Aparte de comunicarse de forma efectiva, hay cosas prácticas que puedes hacer para asistir a tus seres queridos que están lidiando con la ansiedad. Invítales a hacer actividades relajantes, como el yoga o simplemente salir a caminar al aire libre. Estos actos pueden aportar momentos de calma y distracción. Pero asegúrate de no forzar nada, simplemente sé un buen compañero.

Comunicarte con una persona que padece ansiedad de forma compasiva es crucial. Las palabras tienen poder y, cuando elegimos con cuidado, podemos ayudar a construir un espacio seguro y reconfortante que les permita abrirse. Recuerda, en lugar de ofrecer soluciones simples, el mejor regalo que puedes dar es tu escucha activa y tu apoyo incondicional. Fomentar un ambiente de empatía no solo beneficia a la persona que está sufriendo, sino que también puede enriquecer tu propia vida.

¿Cuál es la mejor manera de abordar a alguien con ansiedad?

Ofrece tu apoyo sin juzgar. Escucha y asegúrate de que sepan que estás allí si quieren hablar.

¿Es correcto preguntar sobre sus sentimientos?

Sí, pero hazlo de manera delicada y abierta, brindándoles la opción de compartir solo si se sienten cómodos.

¿Qué debo hacer si sienten un ataque de ansiedad?

Mantén la calma, guíalos en una respiración profunda y ofrécele un espacio seguro donde puedan tranquilizarse.

¿Debería darles consejos para manejar su ansiedad?

Es mejor escuchar primero. Si piden consejos, puedes compartir recursos o sugerencias, pero siempre hazlo con precaución.

¿Puedo hablar sobre mis propias experiencias con la ansiedad?

Sí, pero asegúrate de que la conversación se centre en ellos y que tu experiencia no minimice lo que ellos están sintiendo.