Nosotros exigimos borrón y cuenta nueva respecto a un modelo de financiación que nunca debió aprobarse, que rechazamos de plano.

Quienes hemos crecido en esta tierra recorda­mos, también en nuestra memoria re­ciente, aquellos momentos singulares que han marcado el devenir de nuestra Universidad y de nuestra provincia. De­masiadas veces se nos ha negado aquello que nos correspondía por méritos propios. ¿Por qué? Pues esta es una pregunta con más de una respuesta, pero, si algo es seguro, es que cuando no defendemos nuestros intereses fuera de Jaén, unidos, con firmeza y determi­nación, acabamos recibiendo un trato de segunda.

Cada persona afronta unas elecciones rectorales a su manera. Hay quienes se centran en la credibilidad y la confian­za que le  transmiten los candidatos, quienes valoran más el proyecto y el programa, o quienes deciden en función de los equipos que tendrán que implementarlo. Otras veces, también juegan un papel importante las filias y fobias de cada cual. Pero todo lo anterior no deja de ser solo la pers­pectiva individual respecto a la importante decisión que tenemos por delante.

Cuando decimos que estas elecciones son trascendentales para el futuro de nuestra Uni­versidad, lo hacemos atendiendo a la perspectiva global de la situación, que nos obliga a definir el próximo 17 de mayo como uno de esos momentos históricos que dejarán sentir sus consecuencias durante varias décadas. Y, sí, hablamos de palabras mayores, y lo hacemos por un buen motivo...

Diario JAÉN - Por Nicolás RUIZ